Bate el azúcar, la maicena y reserva. Pon las fresas, la ralladura de limón y el zumo de limón en una cacerola pequeña a fuego medio. (Ver la Nota del Chef si se utilizan fresas frescas.) Tapa la cacerola y deja que se cocinen para descongelar las fresas. Remueve de vez en cuando para evitar que se quemen. Cuando la fruta esté blanda (unos 4-5 minutos), retira la tapa y añade la mezcla de azúcar. Utiliza una espátula de madera para incorporar la mezcla a las fresas, raspando el fondo de la cacerola mientras remueves. Una vez que las fresas se hayan deshecho pero sigan en trozos, apaga el fuego. Transfiere la mezcla de fresas a un recipiente resistente al calor, cúbrelo con papel de plástico y déjalo enfriar.

Mientras la mezcla de fresas se enfría, prepara la masa. En el vaso del Procesador de Alimentos, añade la harina, la mantequilla congelada en cubos, el azúcar y la sal. Pulsa 4-5 veces. Vierte lentamente el agua a través del tubo alimentario, unas 2 cucharadas cada vez y pulsa después de cada adición. Pasa la mezcla a un recipiente grande y amasa suavemente la masa hasta que se integre, teniendo cuidado de no trabajarla demasiado. Envuelve la masa en plástico y déjala reposar en el refrigerador hasta que se enfríe el relleno. (NOTA: Si la masa está un poco seca, añade 1 cucharada de agua y amásala a mano).

Enharina generosamente su superficie de trabajo y extiende la masa en un rectángulo grande de aproximadamente 1 cm de grosor y 5 cm de alto x 7 cm de ancho. Utiliza un cuchillo afilado para recortar los bordes de la masa para crear bordes bastante rectos, luego corta la masa en 4 cuartos, y cada cuarto en 4 piezas iguales. Empareja los pares de rectángulos y colócalos frente a ti. A continuación, haz 2 o 3 cortes en el centro de un trozo de masa de cada par. (También puedes utilizar un pequeño cortador decorativo no más grande que una moneda de 1 centavo para crear un único orificio en lugar de las hendiduras). La pieza perforada será la parte superior del pastelito.

Coloca 2 cucharadas de relleno en el centro de una capa de masa, y coloca su par (con las aberturas ya recortadas) y estíralo suavemente para que encaje sobre el relleno y coincida con los bordes inferiores de la masa. Utiliza un tenedor para presionar y sellar los bordes exteriores de la masa y asegurar el relleno. Repite la operación hasta que todos los pastelitos estén montados.

Utiliza la espátula para transferir los pastelitos de la mesa de trabajo a la canasta para freír, dejando aproximadamente 3 cm de espacio entre cada pastel. Lava con huevo la parte superior de la masa expuesta y espolvorea generosamente azúcar decorativa sobre las partes superiores.

Coloca la canasta para freír en el congelador para que se enfríe mientras precalientas el horno. Pon el Horno de Mesa en la posición Air Fry a una  temperatura de 425°F/220°C y el tiempo en 17 minutos. Una vez precalentado, saca la canasta con los pastelitos del congelador y mételos en el horno en el nivel medio.

Revisa los pastelitos alrededor de los 14 minutos, sabrás que están listos cuando la corteza está dorada y los jugos estén burbujeando a través de los orificios de ventilación del centro.

Cuando extiendas la masa, asegúrate de mantener la mesa de trabajo generosamente enharinada para evitar que se pegue. Además, extiende la masa una vez. Puedes volver a enrollar el exceso de masa que recortes de los bordes, pero enrolla/trabaja la masa adicionalmente hará que la masa sea menos escamosa.

Agrega al tenedor un poco de harina al sellar los bordes de las empanadas. Ayudará a que el tenedor se desprenda de la masa más fácilmente.